Esta Iglesia de Santa María de Villena fue levantada en el siglo XVI sobre la antigua mezquita mayor musulmana de Villena, momento en el que pasó a convertirse en la iglesia de El Rabal.
La ciudad de Villena constituyó, durante muchos años, la capital de un extenso marquesado que influyó en la historia nacional. Es población fronteriza, portalón entre el Levante luminoso y la austera meseta; y asimismo límite lingüístico por su condición castellana en la raya del antiguo Reino de Aragón.
Hablando un poco de la arquitectura de la Iglesia de Santa María de Villena podemos decir que siguiendo las normas estilísticas de las iglesias de la Reconquista, consta de una única nave que parece convertirse en tres al perforarse los contrafuertes interiores. con bóveda gótica de crucería sostenida por arcos con relieves renacentistas y su cabecera poligonal carece de girola. La fachada de Iglesia de Santa María de Villena está enmarcada por una portada barroca que alberga a la Virgen titular del templo en una hornacina.
El Renacimiento también se puede observar en una puerta interior que da a la sacristía, siendo un elemento más de este estilo que está representado en el monumento y la ciudad. La fachada está enmarcada por un pórtico barroco.
Una de las campanas de la Iglesia de Santa María de Villena, la llamada Campanica de la Virgen, procede de la antigua Torre del Orejón.
Se puede afirmar que la iglesia estaba en extramuros y todavía en obras en el año 1575 ya que así consta en un fragmento de la Relación enviada a Felipe II por el Concejo de Villena, en que además se da relación de las capillas existentes, en una de las cuales está enterrada Catalina Ruiz de Alarcón, que fue una importante mecenas del templo.
Durante su visita a Villena, en el interior de la montaña de Alicante, no se puede perder la maravillosa Iglesia de Santa María. Villena posee un rico patrimonio que está esperando de tú visita. Podrá enriquecer su estancia con la visita al Castillo Atalaya, a la Iglesia Arciprestal de Santiago, el Museo Arqueológico Jose Mª Soler o el Museo del Botijo entre otras cosas; o bien, también podrá continuar su recorrido por los encandiladores pueblos de su alrededor que no tienen ni el más mínimo desperdicio. Podrá visitar estos pueblos del interior de Alicante como puedan ser los municipos de Banyeres, Onil, Castalla, Biar, Ibi, Cocentaina, Muro de Alcoy o Alcoy, y descubrir las joyas que allí quedan por descubrir. Venga y disfrute de esta entrañable zona.